Nos vino al equipo de Flamencura, hace poco, un artículo en la red. Nos interesó porque hablaba del flamenco desde la terapia, "el flamenco como síntoma", decían. No recuerdo el autor, era una charla de un psicoanalista, y hacía con el flamenco eso que se llama psicoanálisis aplicado. Lo analizaba como paciente en un diván, y reflexionaba acerca de este arte. como ya se ha hecho, desde esta corriente, con pinturas, novelas, etc. Analizaba, digo, y señalaba especialmente al quejío, al ayeo. Ese cante en el que se dejan salir emociones, la queja, el grito. Como una particularidad bien destacada del flamenco, hablaban de ello, y lo hacían con matices que nos transportaban al interrogante acerca de lo enfermizo que podía ser este tipo de expresión. Es una queja, es un lamento, es un no estar bien. ¿Es apología del sufrimiento?. ¿Qué sucede? También recuerdo, hace ya algunos años, asistir a un espectáculo flamenco con un colega brasileño. Ante la expresión d...